jueves, 26 de abril de 2012

CANCER CERVICOUTERINO

¿Qué es?

El cérvix es la parte inferior del útero o matriz y se conoce comúnmente como cuello de la matriz. El cérvix tiene un papel muy importante en el mantenimiento de un embarazo normal. El cáncer de cérvix constituye el 6 por ciento de los tumores malignos en mujeres, el segundo más frecuente entre todas las mujeres y el más frecuente entre las mujeres más jóvenes. En general afecta a mujeres entre 35 y 55 años. Este tipo de cáncer puede estar ocasionado por un virus (el papilomavirus humano) que se contagia a través de las relaciones sexuales.

Causas

Existen algunos factores que se han relacionado con la incidencia del cáncer de cérvix. El factor de riesgo más importante en el desarrollo de lesiones premalignas (CIN) o cáncer de cérvix es la infección por papilomavirus, especialmente los tipos 16 y 18. Otros factores son:
  • El consumo de tabaco.
  • La promiscuidad sexual.
  • Edad precoz de inicio de relaciones sexuales.
  • Número de hijos elevado.
  • Bajo nivel socioeconómico.
  • Menopausia después de los 52 años.
  • Elevada presión arterial.
  • Exposición a elevados niveles de estrógenos.
Por ello, se recomienda habitualmente la realización del test de Papanicolaou cuando la mujer comienza a mantener relaciones sexuales, de manera anual en mujeres de alto riesgo y en mujeres de bajo riesgo, después de 2-3 revisiones normales, se pueden realizar cada 3 años.

Síntomas de Cáncer de cuello de útero

Los programas de detección precoz permiten diagnosticarlo en mujeres asintomáticas. Habitualmente el primer síntoma de cáncer de cérvix es el sangrado postcoital o entre dos menstruaciones. También puede ir acompañado de un aumento en las secreciones vaginales, que se hacen malolientes.
Es posible que la mujer no tenga ningún dolor ni síntoma hasta las últimas fases de la enfermedad, pero las Pap realizadas sistemáticamente pueden detectar el cáncer cervical de forma precoz. El cáncer cervical comienza con cambios lentos y progresivos en las células normales y tarda varios años en desarrollarse. Estos cambios progresivos se observan al microscopio colocando las células extraídas mediante la técnica Pap sobre un portaobjetos. Los patólogos han descrito estos cambios en distintos estadios que van desde la normalidad hasta el cáncer invasivo.

Prevención

Existen dos vacunas que previenen el cáncer de cuello de útero así como otras enfermedades causadas por el virus del papiloma humano (VPH).
La primera, Gardasil, del laboratorio Sanofi Pasteur MSD, fue comercializada en España en el año 2007, y la segunda, Cervarix, de GlaxoSmithKline (GSK), está en las farmacias desde principios de 2008.
Gardasil previene la aparición de displasias cervicales de alto grado, carcinomas cervicales, lesiones displásicas vulvares y vaginales de alto grado y verrugas genitales causadas por los tipos de VPH 6, 11, 16 y 18. Estos dos últimos tipos de VPH causan el 70 por ciento de las muertes por este tumor. Esta vacuna se dirige a niñas y mujeres de entre 9 y 26 años, siendo cien por cien eficaz en aquellas que no hayan mantenido relaciones sexuales y que, por lo tanto, no hayan estado expuestas al virus. La Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) estableció que su uso estaba contraindicado en el caso de pacientes con síndrome coronario agudo, como angina u otros tipos de infarto de miocardio. Tampoco está recomendado en personas con enfermedad cardiaca isquémica y/o enfermedad periférica arterial, y su combinación con insulina debe darse sólo en casos excepcionales. Se compone de tres inyecciones.
Cervarix, está igualmente indicada para la prevención de las lesiones premalignas del cuello de útero y del cáncer de cérvix, relacionados causalmente con los tipos 16 y 18 de VPH y ofrece además protección cruzada frente a los tipos 31, 33 y 45. Induce niveles de anticuerpos en un orden de magnitud mayor que los encontrados tras una infección natural en mujeres de hasta 55 años, aunque el nivel de anticuerpos en sangre es mayor en los intervalos de edad de entre 10 y 14 años. Entre sus particularidades, presenta un innovador sistema adyuvante AS04, que confiere gran potencia y duración a la inmunización. De hecho, es la única que ha demostrado que los anticuerpos presentes en la sangre pasan de forma eficaz también al cuello del útero. Consta, al igual que Gardasil, de tres dosis, adquiridas en la farmacia.

Tipos de Cáncer de cuello de útero

Existen principalmente dos tipos de cáncer de cérvix: carcinoma escamoso en el 85 por ciento de los casos y adenocarcinoma en el 15 por ciento.

Diagnósticos

La Pap puede detectar de forma exacta y poco costosa hasta un 90 por ciento de los cánceres cervicales, incluso antes de que aparezcan los síntomas. En consecuencia, el número de muertes por esta enfermedad se ha reducido en más del 50 por ciento. Es recomendable que las mujeres se hagan su primera Pap cuando comienzan a ser sexualmente activas o a partir de los 18 años y que lo repitan sucesivamente una vez al año. Si los resultados son normales durante 3 años consecutivos, entonces la prueba puede espaciarse y realizarla cada 2 o 3 años, siempre que no se cambie el hábito de vida. Si todas las mujeres se sometieran a la Pap de forma periódica, podrían eliminarse las muertes causadas por esta clase de cáncer. Sin embargo, casi el 40 por ciento de las mujeres de los países desarrollados no se hace la prueba regularmente.
Si se encuentra una masa, una úlcera u otra formación sospechosa sobre el cuello uterino durante una exploración pélvica, o si los resultados de las Pap indican una anomalía o cáncer, se debe realizar una biopsia (extracción de una muestra de tejido para examinarla al microscopio). La muestra de tejido se obtiene durante una colposcopia, en la que se usa un tubo de visualización con una lente de aumento (colposcopio) para examinar el cuello interno del útero minuciosamente y escoger el lugar idóneo de la biopsia. Se realizan dos clases de biopsia: la biopsia en sacabocados, en la que se extrae una diminuta porción del cuello uterino que se selecciona visualmente con el colposcopio, y el legrado endocervical, en el que se raspa el tejido del canal del cuello inaccesible visualmente. Ambos procedimientos son un poco dolorosos y producen una pequeña hemorragia, aunque juntos suelen proporcionar suficiente tejido para que el patólogo establezca un diagnóstico. Si éste no resulta claro, se realiza una conización, en la que se extrae una mayor porción de tejido. Por lo general, esta biopsia se realiza mediante escisión electroquirúrgica en la propia consulta del médico.
Una vez que se ha establecido el diagnóstico, se deben determinar el tamaño y la localización exacta del cáncer (es decir, se realiza un estadiaje). El proceso se inicia con una exploración física de la pelvis y varias pruebas (cistoscopia, radiografía de tórax, pielografía intravenosa, sigmoidoscopia) para determinar si el cáncer cervical se ha extendido a otras estructuras circundantes o a partes más distantes del cuerpo. Así mismo, pueden realizarse otras pruebas, como una tomografía computadorizada, una enema con papilla de bario y radiografías de huesos e hígado, dependiendo de las características de cada caso.

Tratamientos

El tratamiento depende del estadio en que se encuentre el cáncer. Si el cáncer está confinado a la capa más externa del cérvix (carcinoma in situ), a menudo se puede eliminar el cáncer por completo extrayendo parte del cérvix con un bisturí o mediante escisión electroquirúrgica. Este tratamiento tiene la ventaja de no alterar la capacidad de tener hijos. Pero ya que es posible que el cáncer recidive, los médicos aconsejan que las mujeres se realicen revisiones y Pap cada 3 meses durante el primer año y cada 6 meses a partir de este momento. Si una mujer tiene un carcinoma in situ y no desea tener hijos, es recomendable la extirpación del útero (histerectomía).
Si el cáncer está en un estadio más avanzado, es necesario realizar una histerectomía más una extracción de estructuras adyacentes (histerectomía radical) y de ganglios linfáticos. Los ovarios, si son normales y funcionan correctamente, no se extirpan cuando las mujeres son jóvenes. La radioterapia también es muy efectiva para el tratamiento del cáncer cervical avanzado que no se ha extendido más allá de la región pélvica. A pesar de que causa pocos o ningún problema inmediato, puede provocar irritación en el recto y la vagina. Las lesiones en la vejiga y el recto pueden producirse incluso tiempo después, y los ovarios, en general, dejan de funcionar.
Cuando el cáncer se ha extendido más allá de la pelvis, a veces se debe recurrir a la quimioterapia. Sin embargo, sólo es eficaz en el 25 al 30 por ciento de los casos tratados y los efectos habitualmente son temporales.


jueves, 16 de febrero de 2012

DOLOR DE CABEZA DURANTE EL EMBARAZO

¿Es común tener dolores de cabeza durante el embarazo?
Es bastante común tener dolores de cabeza producidos por la tensión cuando estás embarazada, especialmente en los primeros tres meses. El dolor de cabeza por tensión — el más frecuente — puede manifestarse como una presión o un dolor constante y sordo en ambos lados de la cabeza o en la parte posterior del cuello. Si siempre fuiste susceptible a este tipo de dolor de cabeza, el embarazo puede hacer que este problema empeore.
 
Los especialistas no conocen con exactitud la causa por la cual los dolores de cabeza tienden a ser más frecuentes durante el embarazo, pero una buena explicación es la tremenda batalla hormonal que se está produciendo en tu cuerpo. Detener abruptamente el consumo de la
cafeína también te puede hacer sentir que tu cabeza está por estallar.
 
Otras posibles causas son la falta de sueño o el
cansancio en general, la congestión nasal, las alergias, el cansancio visual, el estrés, la depresión, el hambre y la deshidratación.
 
En la mayoría de las mujeres embarazadas, los dolores de cabeza tienden a disminuir o incluso a desaparecer durante el segundo
trimestre, cuando la avalancha de hormonas se estabiliza y el cuerpo se acostumbra a su nuevo estado hormonal.

 

¿Y es normal padecer migrañas?
Las migrañas o jaquecas son otra clase frecuente de dolor de cabeza. Los especialistas estiman que alrededor de una de cada cinco mujeres padecen jaqueca en algún momento de su vida, y alrededor del 15 por ciento de las que sufren de jaqueca la experimentan por primera vez cuando están embarazadas (con mayor frecuencia en los primeros tres meses).
 
Las migrañas producen un dolor punzante que va de moderado a fuerte, por lo general en un lado de la cabeza. Duran de 4 a 72 horas (si no se tratan) y se agravan con la actividad física. Están acompañadas también de otros síntomas, como náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz o al ruido.
 
Algunas mujeres que padecen de migraña tienen lo que se denomina migraña con aura, o sea, dolores de cabeza precedidos por síntomas entre los que se incluyen alteraciones visuales (como por ejemplo destellos brillantes de luz y manchas negras), pérdida de sensibilidad u hormigueo, debilidad y dificultades en el habla. Estos síntomas pueden comenzar una hora antes que la migraña y durar hasta una hora.
 
Afortunadamente, alrededor de dos tercios de las mujeres que son más propensas a las migrañas notan que mejoran durante el embarazo. (Esta posibilidad aumenta si las migrañas empeoran al acercarse el periodo o si se iniciaron al empezar a a menstruar por primera vez.) Otras no notan cambios o incluso descubren que los dolores de cabeza se hacen más frecuentes e intensos.
 
Incluso si eres parte de la desafortunada minoría cuyas migrañas no mejoran durante el embarazo, puedes al menos consolarte sabiendo que las mujeres que sufren de migraña no parecen tener mayor riesgo de complicaciones en el embarazo que las demás mujeres.
 
 
Qué clase de medicinas puedo tomar para aliviar el dolor?
No hay riesgo de que tomes paracetamol según se indica en la etiqueta, pero la mayoría de las demás medicinas para el dolor de cabeza — como la aspirina y el ibuprofeno, junto con la mayoría de los medicamentos para la migraña que se venden con receta — no se recomiendan para las mujeres embarazadas. Consulta a tu médico acerca de cuáles medicamentos puedes tomar si eres propensa a padecer migrañas intensas.
 
Si tienes dolores de cabeza frecuentes que te hacen sentir débil, los beneficios de ciertas medicinas pueden compensar el riesgo que pueda correr tu bebé, aunque habrá algunos medicamentos que tendrás estrictamente prohibidos
 

 

¿Qué más puedo hacer para aliviar el dolor?
 

 
Aquí incluimos algunas sugerencias adicionales que te pueden ayudar a prevenir el dolor de cabeza o a aliviarlo si ya lo tienes:

  • Trata de encontrar la causa del dolor
os médicos especialistas en dolores de cabeza a menudo recomiendan tener un "diario del dolor" para ayudar a identificar las causas específicas. Anota lo que has comido en las 24 horas anteriores a la aparición de la migraña y qué estabas haciendo cuando empezó.
 
Algunas causas comunes de migraña incluyen comidas que contienen glutamato monosódico, nitritos (comunes en los embutidos como las salchichas o perritos calientes [hot dogs], el salami y el tocino), sulfitos (que se usan como conservantes para las ensaladas y que también se encuentran en muchas frutas desecadas), endulzantes artificiales, ciertos frijoles y frutos secos, queso añejo y productos lácteos cultivados (como el jocoque o buttermilk y la nata agria), ciertas frutas frescas (plátanos, papayas, aguacates o paltas y cítricos), pescado ahumado, chocolate y algarroba, y cosas que se fermentan o conservan en vinagre (como la salsa de soya o el chucrut), además de las luces que deslumbran o titilan, los ruidos fuertes, el calor o frío excesivos, los olores intensos y el humo del cigarrillo


  • Utiliza una compresa tibia o fría
  • Date un baño
  • No pases hambre o sed
  • Evita el cansancio
  • Haz un poco de ejercicio
  • Prueba con técnicas de relajación
  • Prueba con masajes
  • Ten en cuenta la acupuntura


FUENTE: Escrito para BabyCenter en Español